Bienvenido mes de Julio.
Que raro estas siendo este año.
Llevo exactamente 2 meses en la tienda, y han sido dos meses muy especiales.
Al principio con un terror enorme a la vuelta, una mezcla de miedo y de respeto que se disipo una vez empezaron las clientas a pedir cita previa para venir a la tienda. De una manera increíble, empecé a vender en lo que seria un mes muy intenso. Cada vez que veníais a la tienda me emocionaba y me recordaba lo afortunada que soy de poder trabajar en lo que mas me gusta. Y se me ponen los pelos de punto de ver esta red de mujeres que me apoyan y me ayudan.
El mes de junio vino sin darme cuenta y entramos en la fase que veníais sin previo aviso. Al principio me parecía muy raro volver a estar disponible 100% pero así pude tener clientas nuevas, nuevos miembros de esta familia que es Laia Papió. Fue un mes de junio con alegrías y reencuentros. Con dosis de normalidad más que necesarias.
Y poco a poco llegó el mes de Julio con su libertad de movimiento y su éxodo rural. Volvemos a tener la Barcelona vacía del principio de Mayo. Calles vacías, sin niños y con mascarilla.
Esta semana volvemos a tener la amenaza de un segundo confinamiento, y esto da mucho que pensar pero nada en positivo.
De mientras nosotras seguimos levantando la persiana, para poneros muy guapas para los tiempos que vienen.